Aquí, en una casa construida por la mano de los hombres, en un pedazo de la tierra en que vivimos, habitó Dios.
(El triunfo de Cristo en la humildad)
(El triunfo de Cristo en la humildad)
"In te Domine, speravi": en ti, Señor, esperé. -Y puse, con los medios humanos, mi oración y mi cruz. -Y mi esperanza no fue vana, ni jamás lo será: "non confundar in aeternum"! (Camino 95)