Persevera en la oración. -Persevera, aunque tu labor parezca estéril. -La oración es siempre fecunda.
(Camino 101)

sábado, 5 de febrero de 2011

Inteligencia y corazón.

Para hacerse entender de los (niños), habrán de humillar su inteligencia: para comprender a los pobres enfermos, tendrán que humillar su corazón. Y así, de rodillas su entendimiento y su carne, les será fácil llegar a Jesús, por el camino seguro del conocimiento de la miseria humana, de la miseria propia, que les llevará a anonadarse, para dejar a Dios que construya sobre su nada.