-Padre, ¿y si nos abren la cabeza?
-Será que Dios quiere que la llevemos abierta.
"In te Domine, speravi": en ti, Señor, esperé. -Y puse, con los medios humanos, mi oración y mi cruz. -Y mi esperanza no fue vana, ni jamás lo será: "non confundar in aeternum"! (Camino 95)