Para hacerse entender de los (niños), habrán de humillar su inteligencia: para comprender a los pobres enfermos, tendrán que humillar su corazón. Y así, de rodillas su entendimiento y su carne, les será fácil llegar a Jesús, por el camino seguro del conocimiento de la miseria humana, de la miseria propia, que les llevará a anonadarse, para dejar a Dios que construya sobre su nada.
Despedida
Hace 2 meses
Pues o no me dejo o Él no quiere, el caso es que no llega.
ResponderEliminarUn abrazo
¿Qué es lo que no llega, don Unwakeable?
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